sábado, 22 de febrero de 2014

Del campo a la ciudad y de lo agrícola a lo industrial: 1940-1953.


 
     Desde la conquista española hasta principios de la década de 1940, las actividades económicas en Puerto Rico se basaban en la agricultura.  Luego de los efectos de la Gran Depresión, la pobreza que sufría el pueblo y los azotes de fenómenos atmosféricos como el huracán San Felipe en 1928 y San Ciprián en 1932, lograron afectar la economía agraria de la isla.  Las medidas del gobierno federal para atacar la crisis de la Gran Depresión lograron que el gobierno de Puerto Rico, por medio de la legislatura, encargara a la Compañía de Fomento Industrial a promover la industrialización para 1942.  Para lograr el éxito de la creación de industrias en la isla era importante cumplir unos requisitos que ayudaran el entorno económico y social del pueblo.  Estos requisitos eran crear industrias mecanizadas que utilicen la materia prima local para producir artículos de consumo local y de mercados cercanos e industrias semi-mecanizadas que la materia prima utilizada sea una parte pero que se contrate mano de obra local para fabricar artículos de necesidad local, pero dando prioridad al comercio anglosajón[1].  La Compañía enfrentó varios retos en el proceso de industrialización, ya que necesitó entrenar personas en tareas vocacionales, necesitó crear más edificios industriales, lograron acuerdos con compañías de transporte marítimo y aéreo para el transporte de las materias primas y productos y pudieron aprovechar el desarrollo en el sistema energético del país para suplir electricidad a las industrias[2].  Para continuar  promoviendo la industrialización, se creó la Ley de Exención Contributiva que exime a las industrias nuevas de pagar contribuciones hasta 1962 y exime la tributación por  dividendos distribuidos por una corporación que goce de los beneficios de la ley[3].  También, otros factores ayudaron a crear interés en los inversionistas para abrir industrias en la Isla.  Entre ellos se encuentran: la cercanía a fuentes de materia prima en el Caribe y América del Sur, la cercanía a la metrópoli, el libre acceso al comercio, exenciones arancelarias, la misma moneda, las leyes de exención contributiva, las ayudas para la creación y mantenimiento de las industrias, mano de obra barata, el clima y el asesoramiento financiero y legal que el estado les proveía[4].  El proceso de industrialización en Puerto Rico se desarrolló de tal manera, que de 1940 a 1947, hubo un aumento de 18,000 obreros[5].  Por otro lado, la industria agraria quedó rezagada frente al gran estimulo por parte del gobierno hacia las industrias.  Como los empleos en la agricultura eran mayormente estacionales y la agricultura estaba atravesando un proceso de mecanización, los empleos en esta área comenzaron a reducirse y los empleados rurales comenzaron a moverse a la ciudad.  Esto provocó el movimiento  masivo de gente hacia las zonas urbanas y llevando a que el gobierno tomara medidas para enfrentar esta situación, que detallaré más adelante. 



[1] Bird, Esteban, El financiamiento de la industrialización de Puerto Rico; La expansión industrial en Puerto Rico.  San Juan, Puerto Rico: Departamento de Instrucción, 1950,  p. 5.
[2] Óp. Cit.,  pp. 6-8.
[3] Óp. Cit.,  pp. 8-9
[4] Óp. Cit.,  pp. 10-12
[5] Óp. Cit.,  p. 13

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